Crítica de arte sobre su obra

Opinión de Germán Rubiano Caballero (crítico de arte y Profesor Emérito)

[El Espectador, domingo 29 de abril de 1979)

"Entre 1974 y 1978 Yolanda Pineda vivió en Londres donde estudió durante 3 años en el Islington Studio. [...] Si hasta su viaje la obra de Yolanda Pineda había tenido una trayectoria casi sin altibajos, dominada por un interés en las formas mecánicas, y particularmente a partir de 1972 en los espacios complejos con claras referencias arquitectónicas, los grabados y los acrílicos realizados en Londres resultan salpicados de ideas, a la larga contradictorias y obscuras. 

"¿Qué se propone decirnos Yolanda Pineda más allá de entregarnos unas imágenes fragmentadas, cargadas de fuerza y muchas veces de movimiento, en las que –especialmente a partir de 1976– se puede descubrir la forma humana, medio robot, medio deportista? Posiblemente muchas cosas. Sin aproximarse siquiera al surrealismo, dejando todo el discurso en absoluta vigilia, Yolanda Pineda nos presenta deliberadamente –así lo creo– un mundo confuso, incoherente, en el que los objetos son proyectos inconclusos, en el que las acciones y los movimientos son y no son; en el que los espacios se fraccionan, se abren, se vuelven laberintos, tarimas teatrales, plataforma de lanzamiento; en el que las figuras, a veces mutiladas, tratan de aparentar ser obreros, ser robots o superhombres. 

"[...] Nada se dice dogmáticamente y las frases deshilvanadas nos hablan de posibilidades y de intentos. Yolanda Pineda no intenta ahora una exaltación de la máquina y el obrero a la manera de Leger, no pretende convertir el mundo tecnológico en algo lúdico o risueño a la manera de Paolozzi; me parece que su empeño actual, relevado por una técnica intachable, tanto en el campo del grabado como en el de la pintura, es, ante todo, hablar del hombre, de sus labores y logros dentro de una ironía no exenta de escepticismo."  

Reseña de Guillermo González (crítico de arte)


Opinión de Eduardo Serrano (crítico de arte)








Exposición en Diners (Bogotá, 1981)








Opinión de Elkín Alberto Mesa (crítico de arte)


"El   trabajo de   esta artista  sorprende por  un  hecho fundamental: su   persistencia en   desarrollar  un mensaje concreto,  con   formas que   evolucionan, sin apartarse de  la medula esencial de   su  labor,  la denuncia. En  los títulos de   sus primeros  cuadros se refiere  a  mecanismos intrincados,  víctimas del   deterioro: " Hay  que   creer que   las maquinitas no  se oxidan"     y  " Después de  todo no  importa que   las  maquinitas se oxiden". 

   En un  país  donde las artes plásticas se debatían entre la nacionalización vergonzante y la transculturación  (y con beneficio de inventario) del POP norteamericano de los años 60, y la abstracción formalista e informalista con dignidad, Yolanda Pineda produjo una   cauta abstracción,  liberándose de  parecer  epígo­nal y  ejerciendo la crítica,  sirviéndose de  las formas imbricadas y  consecuentemente articuladas. 

En un país de   ciudades como Colombia,  el transplante  de   costumbres y  modos de  vida, la automatización y  el tecnicismo, habían  hecho  su  aparición y  las  máquinas que  lo sustentaban  ya acusaban  óxido y  erosión.

Su  pintura es plana, de  bordes  delineados y  duros,  en   una suerte  de  yuxtaposición de  formas,  cuya unión les hace perder su carácter  abstracto –transmutadas en   seres y  artefactos mecánicos.

Yolanda Pineda ha sabido  utilizar  los   mejores 

postulados del   Pop, a  partir de  los procedimientos, 

técnica etc.,  sin subordinar sus
temas a  nociones regionales  o extranjerizantes.          

  En   su   obra ulte­rior  el hombre es  denunciado como víctima del   artificio de  la  sociedad de   consumo, la  alineación y  masificación de  los   tiempos individualistas.  Por esta  razón su  figuración –la intención   sorpresiva de   sus seres robots no  alude personaje  de   ciencia ficción sino a entes que  conviven  –siendo seres  humanos-  en  la insensibilidad , como unos  dispositivos cuya lucha es  contra la  incomunicación ,  mostrándose como ante un  espejo.

[...] Un  llamado de  atención sobre las  vicisitudes que   se  avecinan en el tránsito del   hombre  urbano en  la metrópoli. 

Entrevista (enero de 1979)



Recomendación de Germán Rubiano Caballero (Profesor Emérito de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional). 



Yolanda Pineda en COLARTE (Patrimonio Cultural Colombiano) 



Reconocimiento de la Casa de Antioquia